No podemos hablar de cine independiente sin remontarnos brevemente a la historia. La industria cinematográfica que mayor desarrollo ha tenido en el mundo es la de Hollywood.
A inicios del siglo 20 las películas independientes presentaban vistazos de 15 a 60 minutos de escenas reales y cotidianas filmadas en exteriores o representaciones escenificadas en interiores.
A fines de la primera década del siglo veinte, la producción cinematográfica estaba dominada por la Motion Pictures Patents Company, MPPC; encabezada por Tomas Edison junto a otros empresarios que tenían el monopolio del naciente negocio cinematográfico, donde se imponían altos impuestos por las películas que se producían.
El transcurso de los años ha provocado que los cineastas independientes se enfrenten a los esquemas de producción que establecieron los independientes de antaño. Todo lo que se filma fuera del ámbito de los estudios, es referido como independiente.
Se le llamó cine clase B. Con la intención de atraer más público a las salas – la “Gran Depresión” de los Estados Unidos golpeó en forma considerable la concurrencia a las salas -, los estudios propusieron presentar un doble programa. Así nacieron las películas clase B, realizadas con muy bajos presupuestos, con un rodaje muy breve y actores prácticamente desconocidos o estrellas en decadencia.Esto permitió que muchos realizadores y productores desafiaran e innovaran en muchos aspectos cuestiones que eran imposibles de desarrollar en una producción clase A, desde cuestiones estrictamente estilísticas hasta el desarrollo de diversos temas "prohibidos" o "moralmente ambiguos", impensables en un producto clase A. Esta "libertad" llevó a que muchos vieran los orígenes del cine independiente en aquellas producciones donde se posibilitaban la experimentación, el riesgo, la osadía y la referencia a temas "tabú", cuestiones que escaseaban en las mayores producciones de los estudios.
B.S.O.
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